En Bugonia (2025) la premisa inicial es utilizada por el director para revelar un planteo menos evidente: ¿qué ocurre cuando una élite se aliena tanto que ya no puede ser reconocida como parte de nuestra misma especie? La alienación, llevada a su extremo, deja de ser una condición social y se convierte en una mutación ontológica. No produce indiferencia, produce extranjería: alienarse a este nivel es volverse alien.
Bug On1
En la antigüedad la bugonía (del griego bous, buey, y gonía, creación, nacimiento o generación) se relacionaba a un mito tan bello como inquietante2. Su protagonista es Aristeo, hijo de Apolo y de la ninfa Cirene, figura ligada desde siempre a las artes rurales, la miel y la apicultura.
La tragedia se desencadena cuando Aristeo intenta poseer por la fuerza a Eurídice, esposa de Orfeo. En su huida, la ninfa pisa una serpiente venenosa y muere. Con ella mueren también las abejas de Aristeo.
Aterrorizado por la culpa y la pérdida, Aristeo recurre al sabio Proteo, quien le impone un ritual expiatorio: levantar altares y sacrificar ganado, dejando los cuerpos sin enterrar. De esos animales sacrificados brotarán nuevas abejas.
Bugonía aparece así como una imagen asociada a la regeneración: la vida que vuelve a comenzar desde la muerte, el ciclo natural se restablece.

Aristaeus Inventor Mellis (Aristeo, inventor de la miel. 295 mm de alto por 220 mm, 1565). Grabado realizado por Cornelis Cort basado en un diseño del pintor flamenco Frans Floris.
Aunque hoy toda la conversación gira alrededor de Bugonia, conviene recordar algo esencial: la película es una remake. Se trata de una adaptación de una de las obras más singulares y veneradas del cine surcoreano: Save the Green Planet! (2003), del director Jang Joon-hwan. Una obra de culto surgida en un tiempo en el que la sensación de un mundo en decadencia ya recorría Corea y buena parte de Asia (desempleo juvenil en ascenso, crisis agraria, contaminación, corrupción, etc.). Eran tiempos de otro tipo de colapso, pero cargados de presagios.
Sin embargo, para entender la relación entre Bugonia y Save the Green Planet!, debemos abandonar la idea de “remake” como simple “copia”. Bugonia sí es una remake en sentido estricto (hereda la premisa, el esqueleto narrativo y el conflicto central), pero al mismo tiempo funciona como una relectura cultural, más precisamente, como una transcreación3. Lanthimos, el director de la película, toma la matriz del film surcoreano y la desplaza hacia un clima emocional distinto: allí donde el original trabajaba el delirio y la paranoia individual, él instala un ambiente más ligado a la ecoansiedad y la lucha de clases como fuerzas que desbordan a los personajes.
Esta operación ideológica, esta traducción, se logra a través de un estilo, a esta altura inconfundible, que Lanthimos forjó dentro de la llamada Nueva Ola Griega4. La película representa una nueva variación de sus obsesiones recurrentes como la condición humana, la violencia, las relaciones de poder, el absurdo y el humor como dispositivo crítico capaz de revelar las contradicciones más profundas de la sociedad.
Dulzura distante
“Un tercio de nuestros alimentos son polinizados así. ¿Entendés el alcance que tienen?: Las abejas son esenciales. Y están muriendo.” Bugonia (2025).
“Y planean hacernos lo mismo que a las abejas: una colonia muerta atomizada en 1.000.000 de direcciones. Incapaces de volver a casa.” Bugonia (2025).
Teddy y Michelle coinciden en su admiración por las abejas:
M: La creación más admirable del planeta.
T: ¿Y qué es lo que más admiras de ellas?
M: La complejidad de su sociedad, la ética de trabajo, como cumplen con su trabajo y construyen su mundo sin quejarse, sin devoción ni obsesiones.
T: Muy cierto. Por eso es tan fácil explotarlas.
Este intercambio, situado a mitad de la película durante una suerte de cena de camaradería entre Teddy (Jesse Plemons), Michelle (Emma Stone) y Donny (Aidan Delbis), pone en evidencia la verdadera esencia de Michelle. En este punto, la identidad alienígena y la ambición corporativa convergen para revelar una verdad inquietante: el auténtico invasor no viene del espacio exterior, sino que emana del corazón mismo de nuestro sistema. Al elogiar la “sociedad compleja” de las abejas y su capacidad de trabajar “sin quejarse, sin devoción ni obsesiones”, la CEO no está rindiendo tributo a la naturaleza, sino a la automatización. Bajo esta óptica, la abeja se convierte en el arquetipo del trabajador perfecto: un ser despojado de ego y deseos personales, que no cuestiona ni se organiza, y se limita exclusivamente a cumplir su función.
“Tu has ayudado a tu especie a lograr la esclavización tecnológica y el desmoronamiento del planeta Tierra de la mano de las corporaciones agrícolas. Asesinaste a mi familia. Asesinaste a mis amigos. Asesinaste a mi comunidad. Asesinaste a las abejas.” Bugonia (2025)
En este punto la acusación se formaliza y dirige explícitamente hacia“su especie”. ¿Pero a qué especie se refiere? ¿Se trata de una interpelación a la ética de las corporaciones o de un manifiesto en defensa de lo humano?
El planteo pareciera apuntar en un principio hacia la responsabilidad de la industria farmacéutica respecto de la salud de la población y el ambiente. Teddy hace mención a un fenómeno conocido en Estados Unidos como CCD:Colony collapse disorder5 (Síndrome del Colapso de las Colonias). que afecta hasta a un 30% de las colonias de abejas. Una de sus causas, según Teddy, tiene que ver con los Neonicotinoides 6que produce la empresa del personaje de Emma Stone.
Ella intenta mantenerse lo más “humana” posible, desautorizando y negando los planteos de Teddy sobre la base de que no son más que estudios viejos y que en todo caso, las abejas están volviendo. Según la CEO, no está probado que los pesticidas tengan que ver con el CCD. Alega que Teddy prefiere creer en una conspiración corporativa antes de asumir que finalmente “son cosas que pasan”: inmunodeficiencias, cambios de hábitat, factores genéticos, o a veces una especie solo desaparece.
Sometimes my mind plays tricks on me7
“D: ¿Y si alguien descubre lo que estamos haciendo?
T: No lo harán. A nadie le importa un carajo lo que hacemos.” Bugonia. (2025)
Una vez que suprimas tus ansias serás tu propio dueño. Nadie podrá detenerte. Serás completamente libre: ¿No quieres ser libre? Bugonia. (2025)
El personaje que construyen Lanthimos y Jesse Plemons en esta película posee toda la actualidad posible. Teddy Gatz es la representación del conspiranoide definitivo de nuestra era. El arquetipo del “despertar masculino” de la Red Pill8, promovido por la Manósfera9.
Teddy asume que como parte de su “despertar”, erró durante unos cinco años desde la Alt right al Marxismo para caer en la cuenta de que “son todas etiquetas estúpidas”, y que los colectivos y el activismo no son más que herramientas al servicio del ego y el exhibicionismo personal. Bajo esta lógica, su delirio político tiene su correlato corporal. La conversación en la que Teddy explica la necesidad de la castración química funciona como un destello de un antiguo imaginario: el pánico masculino ante la mujer como fuerza biológica perturbadora. El discurso incel10 que decodifica lo femenino como amenaza, vampirización o control mental, lejos está de ser una anomalía de la era digital. Se trata sin más de la actualización de un arquetipo que viaja desde las Sirenas de Homero hasta las femmes fatales del policial negro. En todas esas capas culturales persiste la misma lógica: cuando la subjetividad masculina siente amenazada su hegemonía, convierte a la mujer en monstruo para justificar su domesticación. Bugonia captura este eco de manera quirúrgica: bajo la máscara de la defensa del planeta, lo que realmente opera es una vieja fantasía patriarcal disfrazada de heroísmo.
El plano a contraluz en la que Michelle Fuller aparece rapada, nos remite inevitablemente a otra imagen arquetípica del cine: Ellen Ripley en Alien 3 (1992). No es solo una coincidencia estética, sino una suerte de eco distorsionado. En ambos casos, el cráneo expuesto funciona como signo de despojo y supervivencia que elimina los rastros tradicionales de lo femenino. Sin embargo, hay una diferencia crucial: mientras Ripley se adapta para enfrentar a un monstruo real, la CEO de Bugonia es violentada para encajar en la fantasía de un monstruo proyectado por la paranoia masculina. Si en Alien 3 lo extraño venía de afuera, en Bugonia lo extraño brota de la fractura interna de una sociedad que, ante el colapso, prefiere fantasear con alienígenas andromedanos antes que aceptar su propia responsabilidad.

Michelle Fuller (Emma Stone) y Ellen Ripley (Sigourney Weaver) y una estética compartida: dos mujeres donde se inscriben los miedos ecológicos y culturales de su época.
Where Have All the Flowers Gone?11
“Aunque fuera humana, que no lo es, es malvada: pura maldad corporativa… Está matando a nuestro planeta”. Bugonia. (2025)
“Soy un extraterrestre; sí, sigo diciéndole a la gente que soy un extraterrestre. Pero nadie me cree“12. La frase pertenece a Elon Musk, quien en más de una ocasión se ha ufanado de no pertenecer a este planeta.

Elon Musk y su constelación de proyectos extraplanetarios: desde SpaceX y la colonización de Marte, hasta la minería de asteroides como próxima frontera extractiva. Un imaginario donde el futuro no se piensa dentro de los límites de la Tierra, sino más allá de ella, como si el problema no fuera el modelo, sino el planeta.
Más allá de la provocación, existe un punto en el que la categoría de clase social resulta insuficiente para contener ciertas formas contemporáneas de poder. No porque la desigualdad haya desaparecido, sino porque la distancia ha dejado de ser solo económica o política para volverse biológica. Este desprendimiento tiene un nombre y una hoja de ruta: el transhumanismo13. Figuras como Peter Thiel14, Sam Altman15 y Bryan Johnson16 no solo buscan acumular capital, sino trascender la condición biológica misma. Para este movimiento, la humanidad es un “estado transitorio”, un código que debe ser depurado de sus errores inherentes: la vejez, la fatiga y, sobre todo, la ineficiencia.
Esta suerte de emancipación económica, política y biológica, ha producido una forma de vida que ya no comparte los mismos estándares, ni los mismos riesgos, ni las mismas temporalidades que el resto de la sociedad: han dejado de estar sujetos a las mismas contingencias de lo humano. Por ello, el resultado no es una simple desigualdad de recursos, sino inconmensurabilidad. Ya no se vive mejor o peor dentro del mismo mundo: se vive en mundos distintos.

Las abejas no son solo insectos; son el canario en la mina17. Su desaparición simboliza el punto de no retorno. La acusación de Teddy no es solo por la pérdida de la especie, sino por la pérdida de un horizonte compartido.
Aquí aparece un giro clave que Hannah Arendt anticipó al hablar de la pérdida del mundo común18: Cuando desaparece el espacio compartido de experiencia, la política se vacía y lo social se fragmenta en burbujas incomunicables. En ese vacío, la figura del otro deja de ser un adversario y pasa a ser un ser de otra naturaleza: el vacío siempre abre espacio para lo monstruoso.
El Marxists Internet Archive define la alienación como el proceso por el cual las personas se vuelven ajenas al mundo en el que viven19.
Michelle Fuller no ve el daño. Lo relativiza. Lo niega. Porque su posición (¿social? ¿Ontológica?) la colocó fuera de la experiencia humana. El distanciamiento emocional y el desprecio por las contingencias más básicas de la vida humana ya la han convertido en un ser de otro planeta.
En Bugonia esta tensión se dramatiza bajo la falsa premisa de si ¿es o no es una alienígena?, para revelar un planteo menos evidente: ¿qué ocurre cuando una élite se aliena tanto que ya no puede ser reconocida como parte de nuestra misma especie?La alienación, llevada a su extremo, deja de ser una condición social y se convierte en una mutación ontológica. No produce indiferencia, produce extranjería: alienarse a este nivel es volverse alien.
Esta ruptura se sella en el tramo final de la película, cuando Michelle Fuller hilvana un relato histórico que contiene una suerte de genealogía moral que presenta la barbarie como un rasgo inherente y universal de la especie humana. Se trata sin más de un mecanismo de naturalización que no sólo absuelve a los responsables homogeneizando agentes y agencias, sino que además transforma la responsabilidad política y económica en un destino biológico inevitable. Es la trampa del Antropoceno llevada al cine: hablar de Antropoceno implica atribuir la crisis planetaria a “la humanidad” en abstracto, como si todas las personas hubieran contribuido por igual al colapso climático. El concepto de Capitaloceno, en cambio, introduce una precisión política: no es “el ser humano” el que destruye el planeta, sino un modo histórico de reproducción del capital, sostenido por elites concretas, infraestructuras específicas y lógicas de acumulación que se imponen sobre cuerpos, territorios y ecosistemas.

“Creemos que se terminó. Han tenido tiempo. Y en ese tiempo, han puesto en peligro la vida que comparten. Así que hemos decidido que su tiempo se termine.” La líder Andromedana y una sentencia definitiva.
La pantalla se llena de cuerpos detenidos en mitad de un gesto. La humanidad cae toda al mismo tiempo, compartiendo una extinción tan masiva como solitaria.
La futilidad de un sacrificio silencioso que nos convierte, a fin de cuentas, en el ganado inerte que da lugar al reinicio de la vida, cumpliendo la antigua visión de Proteo para que las abejas regresen desde el silencio que dejamos.

- Bug On: juego de palabras polisémico que articula los ejes centrales de la obra. Por un lado, remite al término entomológico bug (insecto), vinculándolo al mito de la «Bugonia» —la generación de vida (abejas) a partir de la muerte (un buey)—; por otro, funciona como una expresión de activación (on) de un error sistémico o glitch. En el plano coloquial del inglés (to bug on), refiere a un estado de paranoia, obsesión o «raye» psicótico.
↩︎ - Virgilio. Geórgicas. Edición y traducción de Jaime Velázquez. Madrid: Cátedra, 2002.
↩︎ - La transcreación es un proceso que fusiona traducción y creación para adaptar un mensaje de un idioma a otro, no solo traduciendo palabras, sino recreando su intención, tono, emoción y contexto cultural. En este sentido, Lanthimos realiza una transcreación tecnopolítica: Convierte la conspiración individual del film coreano en una patología social contemporánea: ecoansiedad, misoginia, alienación de clase y paranoia tecnológica.
↩︎ - La Nueva Ola Griega (Greek Weird Wave) es un movimiento cinematográfico surgido a finales de los 2000, marcado fuertemente por la crisis económica del país. Se caracteriza por su minimalismo narrativo y el uso de imágenes estáticas y geométricas. Su rasgo distintivo es la fusión de absurdismo y tragedia: utiliza la comedia negra y la extrañeza (Weird) para exponer la desintegración de las instituciones (familia, Estado, etc.) y el autoritarismo social. Los exponentes más reconocibles de este movimiento son Yorgos Lanthimos, Athina Rachel Tsangari, Babis Makridis y Christos Nikou, usando la sátira como respuesta cínica a la crisis de identidad nacional.
↩︎ - El Síndrome del Colapso de las Colonias es el fenómeno que ocurre cuando la mayoría de las abejas obreras en una colonia desaparecen y dejan atrás una reina, abundante alimento y unas cuantas abejas nodrizas para cuidar de las abejas inmaduras restantes y de la reina. ↩︎
- Los neonicotinoides constituyen una familia de insecticidas neurotóxicos que colapsan el sistema nervioso central de los insectos, induciendo una parálisis letal en cuestión de horas. Su eficacia reside en la toxicidad selectiva: actúan bloqueando receptores neuronales que son significativamente más abundantes en los invertebrados que en aves o mamíferos de sangre caliente, lo que reduce (aunque no anula) su impacto inmediato en estos últimos.
↩︎ - La frase “A veces mi mente me juega una mala pasada” o “A veces mi mente me engaña” (Sometimes my mind plays tricks on me) es una referencia directa al estribillo de la canción “Basket Case” (Green Day, 1994), la cancion que usa Teddy para tapar lo gritos de Michelle en la sesión de tortura.
↩︎ - La idea de Red pill se refiere a un supuesto despertar de los hombres frente a la realidad que, a su juicio, impone el feminismo. Este concepto extrae su nombre de una escena de la película Matrix, en la que el protagonista debe decidir si aceptar la verdad o seguir viviendo una irrealidad.
↩︎ - La manósfera refiere al ecosistema digital que agrupa diversas comunidades virtuales (foros, redes sociales, blogs) en la que se promueven discursos misóginos y antifeministas. ↩︎
- Incel (del inglés involuntary celibate, “célibe involuntario”) es un término surgido a fines de los años 90 a partir de un blog creado por una joven canadiense conocida como Alana, pensado originalmente como un espacio de apoyo para personas que se sentían solas o excluidas de las relaciones afectivas. Con el tiempo, el concepto mutó y hoy designa comunidades digitales donde conviven discursos de autocompasión, resentimiento y, en algunos casos, hostilidad hacia mujeres y la sociedad en general. ↩︎
- Where Have All the Flowers Gone? (“¿Adónde se han ido todas las flores?”). Lanthimos elige la versión de esta balada popular de Pete Seeger, interpretada por Marlene Dietrich, para acompañar las imágenes finales de los cuerpos en la película.
↩︎ - https://www.losandes.com.ar/mundo/elon-musk-en-una-reunion-de-empresarios-soy-extraterrestre-pero-nadie-me-cree En otra oportunidad Elon Musk declaro: “Soy un extraterrestre de 3.000 años que viaja en el tiempo y cambia de identidad”.
↩︎ - Transhumanismo: Filosofía que defiende la transformación de la condición humana mediante el desarrollo de tecnologías de mejora de las capacidades. Autores críticos señalan que el transhumanismo corporativo actual busca una “salida” del contrato social, donde el desmoronamiento planetario es irrelevante para quienes poseen los medios para trascender su propia biología y habitar temporalidades y mundos distintos.
↩︎ - Cofundador de PayPal , Palantir Technologies y Founders Fund , fue el primer inversor externo en Facebook . Según Forbes , en mayo de 2025, el patrimonio neto estimado de Thiel ascendía a 20.800 millones de dólares estadounidenses, lo que lo convertía en la fortuna número 103 del mundo.
↩︎ - Cofundador y director ejecutivo de OpenAI, la empresa de investigación e implementación de inteligencia artificial (IA) responsable de ChatGPT y DALL E.
↩︎ - Empresario, fundador y director ejecutivo de Kernel, una empresa que fabrica dispositivos que monitorean y registran la actividad cerebral, y OS Fund, una firma de capital de riesgo que invierte en empresas de ciencia y tecnología en etapa inicial. En 2021 puso en marcha el Proyecto Blueprint, concebido para evaluar cada órgano de su cuerpo y tratar de rejuvenecerlos tanto como la ciencia lo permita.
↩︎ - Canario en la mina es una expresión que viene de la práctica de los mineros del siglo XIX de llevar canarios a las minas de carbón para detectar gases tóxicos como el monóxido de carbono; si el canario dejaba de cantar o caía, era una alerta temprana para evacuar, y hoy se usa para referirse a cualquier persona o situación que advierte de un peligro inminente, siendo un indicativo temprano de que algo anda mal en un sistema mayor. ↩︎
- Para Hannah Arendt, el mundo común es el espacio público, compartido y creado por los seres humanos a través de la acción y el discurso, que se sitúa entre las personas y las separa de lo privado y lo natural; es un lugar donde lo que es “de todos” se revela, permitiendo la libertad, la pluralidad y la aparición de lo político, a diferencia de la mera supervivencia (labor) o la creación de objetos (trabajo). ↩︎
- https://www.marxists.org/encyclopedia/terms/a/l.htm#alienation ↩︎