Perón la vio. A 52 años del Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo.

por | 21 / 02 / 24 | Artículos

Un 21 de septiembre de 1972 desde su exilio en Madrid, Juan Domingo Perón compartía con el mundo su carta ambiental. Un mensaje escrito para ser presentado en la primera Cumbre de la Tierra, organizada en Estocolmo durante ese mismo año. Si bien la carta fue interceptada por los servicios de inteligencia de la dictadura argentina, meses después llegó a manos del secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, quien instituyó como Día Mundial de la Protección de la Naturaleza al 18 de octubre, fecha en que toma conocimiento del documento que le enviara Perón.

La lucha por la liberación es en gran medida lucha también por los recursos y la preservación ecológica.

Juan Domingo Perón, apertura del 99º 
periodo de Sesiones Ordinarias Legislativas.

CONTEXTO MUNDIAL

Suele signarse a la Revolución Industrial como el punto de partida de la actual crisis socioambiental debido al cuantioso aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y su posterior concentración en la atmósfera. Sin embargo, su aceptación y conceptualización como un problema social y político es mucho más reciente.

En este sentido se puede identificar como una primera fase de este proceso de concientización al período que inicia tras los bombardeos de Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki y que culmina en los primeros años de la década del 70.De este modo, la idea de una crisis ambiental fue oficializada en Estocolmo (Suecia) en 1972 durante la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano. A partir de allí, el cuidado del ambiente y la protección de los ecosistemas se ha convertido en un tema cada vez más importante en las agendas locales, regionales y mundiales.

La cumbre de Estocolmo se realizó entre el 5 y el 16 de junio de 1972 y contó con la asistencia de representantes de 113 países, 19 organismos intergubernamentales, y más de 400 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Fue dirigida por el primer ministro sueco, Olof Palme y el secretario general de las Naciones Unidas de aquel entonces, Kurt Waldheim.

Hasta ese entonces el mundo había sido víctima de numerosas tragedias ambientales, muchas de ellas producidas por la impunidad de grandes factorías industriales, en ocasiones bajo la indolente mirada de los gobiernos e incluso por acción deliberada de estos.

Un caso paradigmático fue justamente el proyecto de investigación y desarrollo “Manhattan”, liderado por Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y Canadá entre 1942 y 1946, que finalizó con los bombardeos criminales sobre Hiroshima y Nagasaki y condenó a generaciones de japoneses a enfermedades como el cáncer y mutaciones genéticas, además de los impactos ambientales que se hicieron más evidentes en los años y décadas posteriores.

La Gran Niebla de Londres, ocurrida entre los días 5 y 9 de diciembre de 1952, cubrió la ciudad casi por completo. El fenómeno fue causado por el uso deficiente de combustibles fósiles en la industria, en las calefacciones y en los transportes y se cree que causó la muerte de 4000 londinenses, y dejó enfermos a otros 100.000.  

El incendio del río Cuyahoga en 1969 debido a la contaminación del agua con sustancias inflamables y desechos industriales, motivó la creación de leyes de protección ambiental en los Estados Unidos.

SOBRE EL MENSAJE

Pese a que la fecha oficial de la difusión del mensaje es el 21 de febrero de 1972, Perón tenía la intención de hacerlo público en la Cumbre de la Tierra de Estocolmo, organizada por la ONU y el Club de Roma en junio de 1972. 

Por documentos de la época sabemos que, en una carta fechada el 16 de marzo de 1972, Juan Domingo Perón le enviaba a “Don Kurt Waldheim”, secretario general de la ONU, el Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos el Mundo junto con una breve presentación de las razones que habían llevado a redactar el documento. La carta fue interceptada por los servicios de inteligencia de la dictadura argentina. Sin embargo, por razones que se desconocen,meses después llegó a manos de Waldheim, quien a partir de ahí, decidió declarar al 18 de octubre Día Mundial de la Protección de la Naturaleza.

El documento de once páginas se inscribe en el marco de una actualización doctrinaria que el ex mandatario plasmó, sobre todo, en sus últimos trabajos, de los cuales el mensaje es uno de los más salientes, pese a ser uno de los menos difundidos y abordados.

En este artículo intentaremos analizar los pasajes más destacados, reconstruir el contexto de la época y finalmente destacar su recepción y narrar sus consecuencias en nuestros días.

DE LA TERCERA POSICIÓN AL TERCER MUNDO

Las conferencias de Yalta y Postdam en 1945, preludiaron el fin de la Segunda Guerra Mundial y marcaron el inicio de la Guerra Fría. Pero también encarnaron el comienzo de un nuevo reparto del mundo. Los recursos naturales de América Latina, África y Asia, a partir de ese momento, quedaban a merced del modelo neocolonial de las corporaciones europeas y norteamericanas. Juan Domingo Perón advirtió en ese momento la enorme situación de precariedad de las pequeñas naciones del tercer mundo frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial:

Como decíamos, Perón previno con bastante antelación los nuevos desafíos que debería afrontar la humanidad en el futuro. Decenas de pequeñas naciones en desarrollo ponen en peligro su misma supervivencia cuando, ahogadas por organismos internacionales de crédito mediante empréstitos leoninos, se ven forzadas a reorientar sus políticas económicas, productivas y sociales hacia  actividades que les garanticen las divisas necesarias para cancelar sus deudas, privilegiando esquemas de producción y exportación primarizados, basados mayoritariamente en el extractivismo1. Todo ello bajo el comando de empresas transnacionales que aportan muy poco valor a los territorios y cuyas prácticas predatorias tienen un impacto devastador para el medio ambiente.Esta reflexión pareciera incluir además un intento de alejarse de la Tercera Posición, que le valiera inicialmente a la Argentina un posicionamiento geopolítico equidistante tanto del capitalismo como del comunismo para incorporarse al Tercer Mundo, donde la inserción efectiva al Movimiento de Países no Alineados le permitió asumir un rol de liderazgo.

LA MARCHA SUICIDA

Perón midió su liderazgo realizando un llamado a todos los pueblos y gobiernos del mundo a tomar conciencia respecto del peligroso rumbo que tomaba la humanidad:

El énfasis puesto en la necesidad de un compromiso global para abordar los problemas socioambientales, inaugura la confluencia de una triple evolución conceptual de Juan Domingo Perón. Un nuevo desplazamiento que va desde el Nacionalismo fundacional del movimiento Justicialista hacia un Continentalismo, dominado por la idea de unidad latinoamericana, que culmina finalmente en un Universalismo en donde son necesarias acciones conjuntas a nivel internacional.

PERÓN Y EL AMBIENTE

Llegado a este punto y repasando los distintos tópicos ambientales que el ex presidente refiere, resulta difícil identificar los flujos teóricos o académicos que nutrieron su pensamiento sobre estas cuestiones. Sí sabemos por diferentes fuentes y testimonios, que Perón fue un extraordinario lector, quizás por ello es que no sorprenda del todo que haya abordado este y otros temas con tanta pericia y precisión. Podemos inferir que, seguramente tuvo acceso, sino a las publicaciones, sí a las teorías y problematizaciones de la época como por ejemplo las surgidas tras la publicación de “Primavera Silenciosa2” en 1962, el clásico de Rachel Carson, donde la bióloga y conservacionista estadounidense expone por primera vez sobre los efectos perjudiciales de los pesticidas, en especial el DDT (dicloro difenil tricloroetano), sobre el ambiente y las personas.

Siguiendo otras publicaciones de la época encontramos, algunos años después, en 1968, “La bomba poblacional de  Anne y Paul Ehrlich, un material que advertía sobre el problema del crecimiento de la población mundial.

Yolanda Ortíz en una entrevista del año 2008 3despeja parte importante de esta incógnita y agrega algunos elementos interesantes:

«Yo le pregunté un día cómo se le había ocurrido hacer eso, tan preciso, con tanta visión. Y me dice que lo escribió estando junto a Josué de Castro4, el autor de “Geopolítica del hambre” (1964). Es decir que él se inspira en el hambre del mundo, algo increíble. Cuando todo el movimiento previo a Estocolmo era al revés. Los países desarrollados se vieron en un momento, ante una situación en la que debían hacer algo. Entonces ahí es que quieren juntar a todos los países, y los más pobres dicen: “Nosotros no entendemos nada de contaminación, para nosotros la única contaminación es la pobreza”.

ANTECEDENTES DE CAMBIO CLIMÁTICO

El concepto de cambio climático y las discusiones sobre este tema tienen raíces históricas que nos llevan hasta finales del siglo XIX y a las investigaciones sobre CO2 provenientes de la quema de carbón de científicos como Svante Arrhenius5.

Si bien el término «cambio climático» se popularizó en las décadas de 1970 y 1980,  la idea de que las actividades humanas podrían estar afectando el clima de la Tierra se discutió en la comunidad científica mucho antes.

Durante la década de 1950 comenzaron a acumularse evidencias más sólidas sobre el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero.

Perón estaba informado sobre los fenómenos de cambio de temperatura y sus consecuencias sobre el ambiente.

Durante su primer mandato presidencial, el general Juan Domingo Perón construyó la base San Martín, la primera base en la Antártida continental y la primera al sur del círculo polar en 1951. Junto con ello, el 17 de abril del mismo año, mediante el decreto  Nº 7338/51, creó además, el Instituto Antártico Argentino (IAA) y nombró como su primer director al coronel y explorador Hernán Pujato. Sería la primera institución científica del mundo dedicada exclusivamente al estudio de la Antártida con el propósito de “continuar asegurando en forma irrenunciable para la Nación Argentina los derechos históricos, geográficos y territoriales que la asisten sobre el sector de la zona antártica que le pertenece6” . En 1954, el coronel Hernán Pujato, “padre de la patria antártica”, en la conferencia “Expedición científica a la Antártida: sus actividades y resultados” llevada a cabo en el teatro Enrique Santos Discépolo, describe al territorio:

«Mesetas llanas se alternan en el panorama polar con cordones de cordilleras rocosas, cuyos valles en general son poco profundos, nivelados por las capas de hielo. Esta capa está disminuyendo sensiblemente, pudiéndose establecer que hoy tiene, término medio, la mitad de su espesor primitivo7«.

Desde ese entonces el Instituto Antártico Argentino tiene (entre otras) la tarea de impulsar investigaciones y estudios sobre biología, fisicoquímica, geología, paleontología, glaciología, arqueología y oceanografía, con eje en la biodiversidad y los efectos del cambio climático. 

Desarrollo sostenible

Podemos reconocer aquí algunos elementos de lo que más tarde conoceríamos bajo el nombre de Desarrollo Sostenible, concepto que fue definido por primera vez a través del El Informe Brundtland, firmado en Oslo el 20 de marzo de 1987. Titulado originalmente “Nuestro futuro común”, definía al desarrollo sostenible como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias.

EL RESTO DEL DOCUMENTO

La exposición continúa alternando cuestiones referidas a la responsabilidad del hombre en la extinción de especies, la importancia del agua como recurso natural y estratégico, la producción de alimentos en el Tercer Mundo y la necesidad de establecer una política demográfica. Tras ello, Perón formula una serie de premisas en pos de frenar la marcha hacia el desastre.

El ex presidente insta a producir una revolución mental que promueva la reconciliación entre los seres humanos y la naturaleza. Esta transformación requería asegurar la comprensión de varios principios fundamentales. En primer lugar, se destaca la imposibilidad de sustituir artificialmente los ritmos de la naturaleza. Seguidamente, se enfatiza la necesidad de adoptar un estilo de vida más austero, y  la imperativa mejora en la distribución de recursos, el fortalecimiento de la educación y la salud pública, junto la planificación cuidadosa del crecimiento poblacional. Este enfoque integral busca abordar no solo la conexión con la naturaleza, sino también cuestiones sociales y económicas, sentando las bases para un cambio significativo en la percepción y la acción hacia la sostenibilidad.

Para alcanzar este propósito, se vuelve imperativo adoptar un nuevo sistema de producción, consumo y desarrollo tecnológico fundamentado en principios de justicia social en lugar de orientarse exclusivamente hacia el lucro. Además, se destaca la importancia de situar la agenda ambiental como una prioridad a nivel local, nacional e internacional. El abordaje de estos desafíos se propone como una tarea colectiva que trascienda las diferencias ideológicas y políticas, abogando por la unidad en la acción.

En los párrafos finales del mensaje, se ofrecen recomendaciones específicas para los países del Tercer Mundo, quienes, como poseedores de valiosos recursos naturales, deberían fortalecer su integración. Esto se presenta como una medida necesaria en defensa de los recursos, de la explotación por parte de las empresas transnacionales. En este sentido, se enfatiza la importancia de la industrialización como un medio para generar empleo y promover la justicia social en beneficio de las poblaciones locales. Este enfoque integral busca establecer una conexión directa entre el desarrollo económico y la preservación de los recursos naturales, poniendo en primer plano el bienestar social en las decisiones estratégicas.

CONCLUSIÓN

A 52 años de su publicación, el Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo, mantiene una vigencia extraordinaria que destaca en materia de conservación, recursos naturales, contaminación, especies en peligro de extinción, entre otros, y constituye sin dudas una obra de enorme importancia histórica, y, sobre todo, un enorme adelanto en materia de política ambiental. 

Así mismo el documento sintetizó, casi sin proponérselo, una suerte de hoja de ruta de lo que sería, un año después de la Cumbre de Estocolmo, la tercera presidencia de Juan Domingo Perón. En este tercer mandato, se materializó el primer antecedente institucional sobre políticas ambientales de nuestro país. 

Durante este breve período (12 de octubre de 1973 – 1 de julio de 1974) Perón aprobó el Plan Trienal8, un programa de gobierno que estipulaba metas específicas en relación a lo que se denominaba ambiente humano9, y creó la primera Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano (SRNAH) de Argentina y Latinoamérica nombrando a la doctora en Química Yolanda Ortiz como responsable del área. Desde ese ámbito se pusieron en marcha diversas iniciativas y proyectos, muchos que aún perduran, como la creación de los comités de cuencas, del Consejo Federal de Medio Ambiente, el proyecto del Eje Fluvial La Plata – Rosario y el mejoramiento de la infraestructura sanitaria y ambiental integral. Además de la redacción de la Ley de Fauna y la nueva Ley de Minería, se promovieron contenidos ambientales en las políticas de otros ministerios. Junto con ello, asumió un papel de liderazgo entre los países en desarrollo, participando además, en numerosas conferencias internacionales.

No es casual que el ambiente haya sido uno de los ejes protagónicos de la evolución conceptual de Juan Domingo Perón. Entendió que la respuesta a problemáticas como la contaminación del ambiente y de la biosfera, el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento en las ciudades, se encontraba estrechamente vinculada con categorías como justicia social, soberanía política e independencia económica del Tercer Mundo. 

Comprendió que la exclusión social no era solo una cuestión económica, sino también una violación de los derechos humanos que impide el acceso a servicios básicos como la educación y la salud. Por lo tanto, representa un obstáculo para el desarrollo sostenible, tal como lo entiende la agenda 2030 de la ONU y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que establecen como prioridad la eliminación de la pobreza.

52 años más tarde la contaminación del suelo, el agua y el aire; la dilapidación de recursos naturales; la crisis climática, y la extinción de especies, lejos de contenerse, se profundizó, y aquella preocupación que el ex mandatario le compartiera al secretario de la ONU en 1972 sobrevive medio siglo con una desoladora actualidad:

(Todas las Imágenes del artículo fueron generadas por IA)


  1. Según el inventario nacional de gases de efecto invernadero de Argentina del año 2021, los sectores comprendidos por la producción agrícola  ganadera y la producción de energía representan el 90% del total de emisiones de GEI de nuestro país. ↩︎
  2. Primavera silenciosa es considerada la primera obra dedicada a la concientización ecológica y marcó un hito en el desarrollo del movimiento ecologista moderno. La perspectiva y el rigor científicos de Carson crearon una obra de enorme profundidad y credibilidad que suscitó además un amplio debate entre la comunidad científica y el público en general sobre el efecto de los pesticidas en el mundo natural. Estos debates dieron lugar a nuevas políticas para la protección del aire, el agua y, en última instancia, la salud y seguridad en los Estados Unidos. ↩︎
  3. Entrevista de María Paula Wagner y Guido Pirrone http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/36212 ↩︎
  4. Josué de Castro (Recife, 1908 – París, 1973) Médico, sociólogo y ensayista brasileño. Embarcado en una cruzada universal contra el hambre en los países del Tercer Mundo, alcanzó la presidencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y fue galardonado con el Premio Internacional de la Paz (1955). Además, dejó impresa una interesante obra ensayística en la que expuso todas las consideraciones teóricas relacionadas con su particular batalla contra el hambre en el mundo. ↩︎
  5. Svante Arrhenius (1859-1927) fue un científico Sueco y primero en proclamar en 1896 que los combustibles fósiles podrían dar lugar o acelerar el calentamiento de la tierra. Estableció una relación entre concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y temperatura. También determinó que la media de la temperatura superficial de la tierra es de 15oC debido a la capacidad de absorción de la radiación Infrarroja del vapor de agua y el Dióxido de Carbono. ↩︎
  6. Decreto Nº 7338/51 del Presidente Juan Domingo Perón del 17 de abril de 1951. ↩︎
  7. Expedición científica a la Antártida: sus actividades y resultados. Conferencia del General Pujato sobre las actividades y resultados de la expedición antártica, y del discurso del General Perón en el Teatro Enrique Discépolo,1954, pág. 20 ↩︎
  8. En los primeros meses de 1974, Perón encargó la elaboración de un documento que definió como un “proyecto nacional” para un país que se debatía en serios problemas políticos, económicos, sociales e institucionales. Fue llamado el Plan Trienal para la Reconstrucción y Liberación Nacional y pasó a la historia como el testamento político del líder. ↩︎
  9. Sobre las consideraciones respecto al Ambiente Humano en el Plan Trianial https://cdi.mecon.gob.ar/greenstone/collect/planesde/index/assoc/HASH0158.dir/doc.pdf Página 122. ↩︎

Hernán Suárez Hurevich

Ilustrador y gestor cultural. Diplomado en Ambiente y Cultura FLACSO / UNTREF / CLACSO

Creative Commons CC BY-ND 4.0

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