DENGUE: Un giro educativo como alternativa al abordaje biomédico

por | 08 / 04 / 24 | Entrevistas

Fernando Garelli es investigador adjunto del CONICET, trabaja en Educación en Salud y también en Educación Ambiental, y es profesor de las Prácticas docentes de los Profesorados de Biología, Física y Química en la Universidad Nacional de Luján.

Cuenta que en el grupo Didáctica de las Ciencias, perteneciente al Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos (CONICET/UNLP), encontró eso que le faltó en su formación como biólogo: la perspectiva social. Desde allí desarrollaron una línea de investigación enfocada en dengue y educación que implementan junto a educadores y organizaciones sociales.

“Cuando era biólogo”, dice, porque claramente la disciplina pedagógica lo conquistó por completo y eso se percibe en la pasión que demuestra cuando lo convocan al reflexionar sobre estos temas. “Es el momento para hablar de esto”, comenta refiriéndose al récord de casos de dengue en la Argentina. De acuerdo al boletín epidemiológico nacional N° 698 SE 13 | 2024, los casos acumulados hasta la semana 13 del corriente año, representan casi 4 veces los registrados en el mismo período de la temporada anterior 2022/2023 y se registran 161 casos fallecidos.

Clase pública sobre «Dengue y educación» Universidad Nacional de Luján, 08/04/24

Hace más de 15 años que estudiás el virus del dengue ¿Podrías hacernos una historización?

—Yo empecé a trabajar sobre dengue en el 2008, y siento que es un tema que me va acompañar toda mi vida.
El dengue en la región tiene larga data, más de 100 años, incluso hay quienes la remontan al siglo XVII. En algún momento existieron en América Latina las campañas de erradicación del Aedes aegypti. Eran unas campañas muy grandes, casa por casa,  que realmente disminuyeron muchísimo la cantidad de mosquitos, entonces desapareció y principalmente desapareció la fiebre amarilla. En algunos casos, personal militar entraba en tu casa y cualquier cosa que tenía que ver con el mosquito lo sacaban o aplicaban distintos insecticidas, como el DDT. Luego, re emerge en las Américas más o menos en las décadas del 70 y 80, y empiezan a haber noticias del dengue en Argentina hacia finales de la década del 80.

Autoridades combatiendo las epidemias en una caricatura de «Caras y Caretas».
Detrás, pisando sus pasos, la figura de la muerte, 1899.

Desde entonces lo que se ve, creo yo, es un clarísimo aumento de la circulación de dengue en nuestro país. Han habido epidemias sucesivas que se están dando cada vez más cerquita en el tiempo. Después de la de 2009 hubo una muy grande en el 2016, y después tuvimos la de 2020 que coincidió con el COVID. El año pasado hubo bastantes casos, pero lo de este año es absolutamente récord. Por lo menos en el AMBA, todo el mundo conoce a alguien que tuvo dengue, gente que la pasó mal. Eso te habla de la incidencia muy superior que está habiendo ahora, que de hecho es un fenómeno regional. En toda la región hay una cantidad de casos de dengue muy superior al promedio de los últimos cinco años para lo que es esta temporada, o sea, realmente muchos más casos.

En nuestro país ¿cuál es la región más complicada?

—En términos de incidencia, o sea, número de casos por persona, la región más complicada es el NEA. En número de casos totales, la región centro. Conforme vas más al sur dejás de encontrar el Aedes aegypti.

Antes te hice una historización más bien epidemiológica, pero en términos sociales la cosa parece no haber cambiado mucho. Ya tenemos varios años de dengue y las campañas de prevención parecen ser exactamente iguales. Y, especialmente las dudas de las personas parecen mantenerse en el tiempo. Hay una cuestión social vinculada a la comunicación en salud y a la educación en salud que evidentemente no funciona. Yo que trabajo sobre el tema, me pasa que vas a cualquier lado y te empiezan a hacer preguntas, o cuando trabajamos en diferentes talleres, siempre empezamos con las dudas porque sabemos que están a flor de piel, y son las mismas que en el 2009. Hay un problema muy grande sobre comunicación y educación en salud, no sólo sobre dengue. Con el COVID pasaba lo mismo. Teníamos miles de dudas porque la forma de comunicar tiene, por un lado, este problema de ser tan fuertemente biomédica; y por otro, el problema de ser tan vertical. ¿Qué dice una campaña sobre el dengue?

Que usés ropa clara, que te pongas repelente, que des vuelta todos los cacharros…

—Exactamente, eso es lo que todo el mundo sabe: repelente, cacharros y, a veces, tapar los tanques. El abordaje hegemónico supone una relación absolutamente vertical: el experto – varón blanco – nos dice lo que tenemos que hacer. Y no funciona. Por eso, no es sólo el dengue, es el modelo médico hegemónico. Las campañas son muy acotadas – hacé esto, hacé lo otro – pero la vida es mucho más compleja y nos aparecen un montón de dudas que no encuentran un canal para responderse. Es una cosa que se repite y se repite y con esta clarísima observación: estamos casi igual que en el 2009, en términos del saber que tiene la mayoría de la población. Prácticamente no hemos aprendido sobre el tema, es decir que las formas de comunicar y educar en Salud no parecen estar funcionando. Esto atraviesa los gobiernos, podemos ver diferencias en políticas sanitarias, pero en términos de modelo médico hegemónico es algo global, no existe grieta.

¿Tenés en la cabeza cómo sería una campaña ideal en este contexto? Si te contrataran del gobierno como asesor…

—Ay, siempre quise que pase algo de eso. A pesar de haber escrito muchas cosas bien críticas y propositivas ¡no pasa nada! no me contacta nadie, no sé, ¡es muy loco! Alguna vez hicimos algún trabajo con el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (CENDIE) y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) en Iguazú, pero duró poco. Y creo que no soy sólo yo, hay mucha gente que estudia este tema hace muchos años, como quienes integran el GIMA (Grupos de Investigación sobre Mosquitos de Argentina), que son investigadoras/es de todo el país y cuyos saberes en general no se aprovechan. 

Yo creo que hay que hacer un fuerte cambio de paradigma de cómo se abordan estas problemáticas y la Salud en general. Lo principal es la relación con la población, con la comunidad. Tratar de fomentar y hacer acciones para que la comunidad tome roles más activos, por muchas razones: por cuestiones ético-políticas de por sí, pero además por cuestiones epidemiológicas. Porque esto no funciona, o sea, como es ahora no funciona. Y esta forma de trabajar como si fuese lo mismo en cualquier territorio tiene problemas innegables porque no pasa lo mismo en todos los territorios. Lo que pasa en el barrio que vos vivís en La Plata no es lo mismo que lo que pasa en otro barrio en Capital, y ni te cuento en Formosa, ni en Jujuy porque hay mucha heterogeneidad. Entonces cómo es el problema en cada territorio, es distinto. O sea, es necesario comenzar a desarrollar abordaje más colectivos y territoriales.

Y ¿cómo se aborda esa heterogeneidad? Capaz que la respuesta a ¿cuál es la campaña ideal? es que la campaña ideal no existe.

Seguro que campaña ideal infalible no existe. Pero, en nuestra perspectiva nos parece que hay que dejar de decir “hay que hacer esto, esto y esto” y empezar a brindar herramientas para que podamos indagar la realidad y tratar de ver en cada territorio cuál es el problema. Después, la cuestión tiene que ser colectiva. Estamos hablando de idealidades y, en general, es muy difícil lograr eso porque vivimos en una sociedad profundamente anticolectiva, especialmente desde los centros de poder.

El proyecto de ciencia comunitaria “Caza mosquito” integrado por profesionales de distintas disciplinas, es un proyecto de ciencia participativa para el estudio de la distribución de los mosquitos urbanos, principalmente Aedes aegypti. Caza Mosquitos | Participación ciudadana en el monitoreo de mosquitos Ahí se puede encontrar material didáctico desarrollado desde una mirada crítica.También se puede descargar la app y mapear colectivamente la presencia de mosquitos Caza Mosquitos – Apps en Google Play

Te doy un ejemplo. Yo trabajé en Clorinda, Formosa, que es una ciudad al norte de Formosa limitante con Asunción del Paraguay, siempre considerada uno de los grandes focos de riesgo de dengue de la Argentina. Nosotros íbamos con la idea de Buenos Aires qué era: los cacharritos, por supuesto. Trabajamos en un barrio, 1° de Mayo , y entrando a las casas, hablando con las personas, ya te señalaban para otro lado, te decían “en los tanques están”. Tenían razón, indagamos y vimos que había muchísimos más mosquitos en los tanques grandes que en los cacharros. ¿Por qué la gente tenía estos tanques? Porque el sistema de agua de red estaba completamente colapsado. Les salía un hilito en el verano. Entonces juntaban agua.

El Aedes aegypti tiene la característica de ser bastante urbano, muy vinculado a las personas. Ponen sus huevos en las paredes de recipientes que tienen paredes rígidas (tapas, cubiertas) o semi rígidas (bolsas de nylon, por ejemplo).

Aedes aegypti hembra obtiene sangre de un huésped humano

Si nos quedamos sólo mirando lo biológico y el mosquito nos perdemos que en realidad en ese caso había un problema estructural de acceso al agua. 

No hay una solución universal porque cada territorio es distinto. Una campaña debe pensarse de manera intersectorial, el sector educativo tiene que estar, vinculado y trabajando en conjunto con el sector de la salud.

¿Pudiste escuchar al ministro de salud Mario Russo? ¿Qué opinás sobre lo que dijo? Especialmente sobre la acusación de lobby de los laboratorios.

—Yo me puse a investigar un poco porque los temas de vacunas son de una enorme complejidad, porque por un lado tenés discursos como estos que son antivacunas por completo, y después tenés discursos pro vacunas que son completamente dogmáticos. Entonces es muy difícil encontrar una perspectiva crítica que no esté parada en un dogma de alguno de los dos lados. El mundo de las vacunas se vuelve algo bastante complejo porque te tenés que poner a bucear en un montón de información y muchas veces no está muy accesible para la mayoría. Por otra parte también es un poco signo de estos tiempos, la dificultad de acceder a información confiable.

Hace más de 50 años que se está trabajando en generar una vacuna para el dengue. Es muy difícil hacer que funcione ¿por qué? Hay 4 serotipos de dengue. Si te agarrás un serotipo, te volvés inmune a ese pero no a los otros tres. Si te enfermás y ya tenés anticuerpos, tenés más posibilidades de tener las formas graves de dengue. Esto es algo básico que no se explica con claridad, porque parece que te contagiás por segunda vez y estás a punto de morir. Esto no es así.

Tenemos que hacer algo porque la situación es grave, pero debemos evitar caer en la paranoia que es lo que genera esta locura de que te vendan un OFF a treinta mil pesos.

¿Cómo es tu posición sobre la intervención del Estado para regular esta cuestiones?

Que no habría que hacer un negocio con esto. Pero lamentablemente la salud es un negocio. Es un negocio para múltiples grandes empresas transnacionales y en ese sentido no veo que ninguno de los gobiernos que tuvimos haya trabajado en contra de eso.

Hay enormes dificultades para tener fuentes de información confiables y de tener espacios colectivos. Es un signo de estos tiempos. ¿Cómo se logra obtener fuentes de información confiables? Con otrxs, en espacios colectivos en donde te encontrás y compartís miradas.

¿Qué tiene que pasar para que se termine este círculo vicioso de lluvias-invasión de mosquitos?

—En muchos lugares las lluvias no están vinculadas al dengue (en otros sí). El Aedes aegypti no es un mosquito charquero. Hay que ver qué pasa en cada territorio ¿Dónde están los criaderos? ¿Cómo es esa dinámica de ese mosquito? Tiene que ver con lo social y tiene que ver con lo cultural, con lo climático, con lo natural y con cómo está configurada la vida en determinado lugar.

¿Y cómo se vincula con el cambio climático?

—Yo creo que la tropicalización y subtropicalización que se va ensanchando es parte del cambio climático, y sí, tiene un efecto particular sobre el dengue porque empieza a haber mosquito donde antes no había. En las zonas donde empieza a hacer frío el dengue se interrumpe. Desaparece el mosquito, pero no sus huevos. En Argentina hay zonas donde hay dengue todo el año. Es muy territorial el asunto. Por lo tanto, es muy complejo y son múltiples los factores y procesos en juego.

¿Podrías decir que la pobreza estructural está a la par del cambio climático como factor que influye para que se den este tipo de brotes?

En el caso del dengue me parece mucho más importante la pobreza estructural. El no acceso a los diferentes servicios y la pobreza en el sentido de la destrucción de lo colectivo, el aumento de la violencia, la destrucción de los lazos comunitarios, nos juega en contra para nuestra salud en general.

Hasta que no se dé este cambio de paradigma que vos decís ¿vamos a vivir en estos ciclos donde vayamos atendiendo epidemias y pandemias constantemente?

—Lamentablemente, desde mi punto de vista vivimos en una sociedad que nos enferma y aparecen diferentes formas de enfermedad.

Hay algo utópico en proponer un cambio de paradigma, pero me parece que lo utópico se puede pensar en un sentido, no inactivo, sino todo lo contrario. Que la utopía sirva para caminar. Promover la participación activa; salir del “hago lo que me dicen” a trato de pensar y ver qué hacer; ir a lo colectivo; salir de lo individualizante; trabajar con esto de lo territorial, no la misma solución para todos los territorios; trabajar con diferentes saberes, no solo el saber académico; y aparte de eso buscar transformar la realidad. Son un montón de cosas, por eso está bien decir “cambio de paradigma” porque son muchas cosas muy diferentes a lo que es lo hegemónico. Efectivamente es muy difícil lograr experiencias donde tengas todo eso, pero vas a hacia ese lado. La utopía te permite caminar y decir voy a abordar el tema desde esta intencionalidad. Para el caso del dengue también el Estado tiene que interesarse por esto. Tal vez sea tiempo de eso, de retomar las utopías, de crear nuevas, de dejar de repetir lo que vemos que no funciona.


Para más información sobre el tema: https://www.scielo.br/j/pp/a/MkNhFdwk8343kcMYD3DYNGK/

Materiales educativos: https://cazamosquitos.com.ar/material-educativo-2/

Julieta Nava

Comunicadora (FPyCS Universidad de La Plata). Gestora cultural. Feminista

Creative Commons CC BY-ND 4.0

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *