Si caminamos por la calle 47 con dirección hacia Ensenada nos chocamos con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Ciudad de La Plata. El camino nos va dando algunas pistas de que estamos en la dirección correcta con llamativas construcciones que parecen estar ahí a propósito, sumado a los pequeños grupos estudiantes que abrazan enormes carpetas. Las naranjas todavía verdes dan cuenta de un otoño que no termina de llegar.

Normalmente el mayor flujo de personas se mueve por los pasillos externos del edificio, pero hoy llueve así que la pasada obligada es el hall.

Del 3 al 17 de abril, se expone la muestra Arquitecturas del Agua, de la arquitecta, docente e investigadora de CONICET (CIUT) FAU, Daniela Rotger.

Daniela estudia estos temas hace más de 15 años, realiza prácticas artísticas que fusionan el conocimiento científico con la fotografía, las artes plásticas, lo audiovisual, con el objetivo de lograr interpelar al mayor público posible.

Se nota que siente a este espacio como si fuera su casa. Es una tentación decir que se mueve como pez en el agua. Corta pedacitos de cinta, toma una regla y mide los márgenes de un panel, administra el tiempo de una manera envidiable. En pocos minutos terminó de montar todo y nos ofreció una visita guiada.

“Esta exhibición es motivada, por un lado, por el Día del Agua que fue el 22 de marzo, pero también, por un aniversario más de la inundación de la Ciudad de La Plata (el 2 de abril se cumplieron 11 años). La pregunta que organiza es si podemos seguir viviendo pensando al agua como un enemigo. Desde la fundación de la ciudad, el agua fue negada, invisibilizada y cuando mirás el plano de hidrografía no lo podes creer, es casi todo agua. Vivimos sobre un sistema de 16 arroyos”.

Maqueta que describe el recorrido del arroyo del Zoológico: Nace en Parque Saavedra, pasa por Plaza Rocha, y en La Plata termina en el bosque para seguir su recorrido por Ensenada.

La exhibición Arquitecturas del Agua se estructura en 3 partes: Arquitecturas de la Naturaleza; Arquitecturas de la Inundación, y, Arquitecturas Sensibles al Agua.

“Al construir una obra o una ciudad, en general se piensa en la eliminación del agua. Existen proyectos muy interesantes que implican relacionarse con el agua como aliada: parques inundables, apertura de arroyos, desentubamientos, renaturalización de riberas, techos verdes, etc. Pero estas son soluciones técnicas a problemas hídricos urbanos. A mi me interesa más hablar de un cambio de paradigma en el que seamos sensibles al agua, tratemos de construir lo menos posible, y, si hay que construir, hacerlo considerando al agua como aliada.”

En Arquitecturas de la Naturaleza vemos como era el paisaje al momento de la fundación de la Ciudad de La Plata. Se muestra sobre qué terrenos se fundó y sobre todo, el sistema hídrico, la situación de todos los arroyos. Por ejemplo, el Rodríguez en zona norte, que tiene un tratamiento paisajístico; el Pescado que todavía se conserva en su estado natural; y el Gato que es el más modificado y contaminado, ya que concentra el 90% de los desagües pluviales de La Plata.

“Cuando se fundó La Plata, se venía de una epidemia de fiebre amarilla. El higienismo era una teoría surgida en Reino Unido y Francia, ciudades que venían de la Revolución Industrial y que empezaban a enfrentar los fuertes efectos de esa industrialización. Comenzaron a ocultar los cursos de agua y a producir la máxima aireación (por eso el sistema de diagonales, avenidas y parques). Entonces, el pensamiento higienista en ese contexto histórico, una entiende que era correcto, así como el pensamiento positivista de que la construcción y la tecnología era un símbolo de dominación de la naturaleza, si pensamos que La Plata buscaba imponerse frente a Buenos Aires.” 

“Necesitamos deconstruir esa idea de que esa ciudad pensada en 1882 va a seguir funcionando hoy en 2024 porque se pensó para ese momento.”

En Arquitecturas de la Inundación, la idea es mostrar que La Plata es una ciudad inundable. Observamos como las planicies de inundación de los arroyos coinciden exactamente con las zonas que se inundan cuando hay grandes lluvias. Incluye fotos de “Agua Negra”, una muestra colectiva de diferentes artistas que capturaron escenas de la inundación de 2013, desarrollada originalmente en el año 2014 (Curaduría: Leonardo Vaca, Lisandro Pérez Aznar, Santiago Gershánik y Emilio Alonso).

También hay un espacio para la instalación “SMS 2 de abril” de la cátedra de Artes Combinadas de la Facultad de Artes, que recopila mensajes que se enviaron el 2 y 3 de abril de 2013.

Hacia el final, y para convencernos de que hay un camino que todavía podemos transitar, Arquitecturas Sensibles al Agua nos muestra cómo las ciudades pueden contribuir a mitigar los efectos del cambio climático, qué enfoques avanzan en incluir al agua dentro del paisaje, y qué ejemplos pueden ayudarnos a repensar las ciudades junto con el ciclo del agua. Por ejemplo, el Parque de la Quebradora de la Ciudad de México que tiene un sistema de reservorios de agua y que recicla el agua de lluvia; o los jardines de lluvia con sistema de bioretención en una zona industrial de San Martín, provincia de Buenos Aires.

“Hay muchas razones para desentubar. Pero también hay mucha resistencia social porque un arroyo se relaciona con algo contaminado, con inseguridad. Hay que cambiar la forma de pensar, comunicar bien, hablar de los beneficios de desentubar los arroyos.”

La exposición cierra con una invitación a imaginar proyectos que consideren al agua en la Ciudad de La Plata. Una mesa con papeles y lápices y unas preguntas disparadoras dan paso a idear un nuevo paradigma de manera colectiva.

“Arquitecturas del agua”.
Hall de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UNLP
47 y 117
Del 3 al 17 de abril