El paradigma de ciudad en la Argentina se ha caracterizado por los lineamientos de ordenación territorial impuestos en la región por el capitalismo del siglo XIX y XX. Las ciudades y los tejidos urbanos son resultantes del modelo económico y social que, en términos de producción y beneficio, ha subordinado el desarrollo territorial a costa de los intereses de los y las habitantes y sus aspiraciones de acceder a una vida urbana de calidad.
El sistema urbano fue diseñado por una clase política en el marco de un proyecto económico. Se desarrolló como un componente de la factoría agroexportadora instalada en Argentina a partir de 1880, que incluyó a los ferrocarriles y a los puertos. Estos componentes actuaron como engranajes y marcaron el papel de nuestro país. impuesto por el orden económico mundial y la división internacional del capital y del trabajo, como proveedor de alimentos y de materias primas,
Las ciudades son reflejo de un paradigma económico, de su devenir histórico y de las formas de relación, de los hábitos y de las prácticas de la comunidad que las habita. Habitamos el territorio en la medida que lo hacemos habitual, en este juego de palabras entre habitantes, habitar y habitual.
En este sentido, la Ciudad de La Plata, también fue pensada, planificada y construida con el objetivo de cumplir un rol político y económico del partido gobernante. Colocada su piedra fundacional el 19 de noviembre de 1882, inmediatamente se distinguió del conjunto de ciudades argentinas por su cuidado diseño arquitectónico y urbano y su perfil higienista.
Según palabras del destacado arquitecto Julio Morosi:
«La Plata se erige en producto genuino de las ideas dominantes en los círculos de avanzada de la segunda mitad del siglo XIX, resulta al mismo tiempo un interesante fenómeno de transculturación, que merced a las acciones preparatorias de los intelectuales y científicos argentinos, en los que tiene papel preponderantes los sanitarista y merced al esfuerzo concreto de un centenar de técnicos locales y extranjeros nucleados en el Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, permitió realizar lo que en otras partes del mundo eran aún meras utopías». ( 1999, p.68).
Sin embargo, a los pocos años de su fundación se quebró este pensamiento estratégico y fue reemplazado por una mirada fragmentada y oportunista que no pudo impedir el desguace cultural y patrimonial. Un curioso caso de una ciudad que destruye su belleza.
La Plata es hoy un palimpsesto de memorias, de identidades y de sitios que se devela de múltiples maneras. Incluye procesos de desigualdades, de aportes diversos, de mestizajes y de sustitución de sitios y de carencia de planificación. Un borrador que siempre deja pistas de historias no contadas debidamente, de relatos y huellas que son necesarias identificar y rescatar en una especie de arqueología urbana de un territorio que enmudeció.
La construcción de lo patrimonial como un elemento extraordinario, asociado a historias épicas de héroes, de hombres que contaron relatos de otros hombres, sus hechos, sus hazañas y sus logros, invisibilizaron otras historias y otros patrimonios. Poco sabemos de nuestro patrimonio habitual y menos aún del que nos acompaña en nuestro devenir cotidiano. Indiferente ante nuestros ojos va pasando una ciudad a la que no prestamos consideración y pocas veces nos hemos detenido a observar. ¿Cuántos edificios desconocemos y sobre cuántos negaríamos su existencia?
El ex Hogar María Luisa Servente de Servente forma parte de nuestro paisaje desde hace décadas. Gigantesco, inmutable y silencioso, pocos son los/las platenses que podrían dar algún dato certero sobre la historia de este magnífico edificio. Se lo denominaba simplemente el Asilo o El Servente; algún deja vu con el recuerdo de niños y niñas jugando en el parque o alguna historia de alguien que lo transitó. El cambio de uso a conservatorio de música en 2001 le otorgó nueva visibilidad pero también ocultó historias y memorias. En los muros ladrilleros de este edificio se guardan las historias olvidadas de una gran cantidad de vecinos y de vecinas que han trabajado arduamente para dotar a la ciudad de un edificio destinado al cuidado de las infancias.
Foto / Favio Scopel @caminandolaplata
El Servente representa, a su vez, un modelo de organización de los italianos/as que partieron de su tierra natal y generaron formas de asociarse en los territorios de acogida: las sociedades de beneficencia, de socorros mutuos, de recreación, educativas y comerciales fueron ejemplo de ello. Las sociedades tuvieron un rol central en la política de Italia hacia sus emigrantes y ejercieron notable influencia en el crecimiento de nuestra Ciudad. Según el censo italiano de 1908, La Plata tuvo la mayor cantidad de sociedades italianas de la Argentina: 137 entidades (35,6%) contra 74 de Buenos Aires (23,3%), 86 de Rosario (27,1%) y 44 de Córdoba (13,9%) (Cocaro 2009). Situación que se explica en parte porque un gran número de trabajadores de la construcción de origen italiano se instalaron con sus familias en La Plata a fines del siglo XIX.
El desarrollo urbano platense en las primeras décadas del siglo pasado fue sostenido por la obra monumental, por una comunidad de pequeños propietarios/as que completaron el amanzanamiento regular y por la aparición del transporte público y privado que expandió la pisada territorial. En este marco los esquemas asociativos, vinculados a comunidades extranjeras, permitieron la aparición de un número significativo de edificios y de programas culturales, educativos y sociales que morigeraban las desigualdades estructurales que atravesaba el país y la región. Clubes, teatros, bibliotecas populares, centros de fomento, hospitales, residencias para menores, cumplieron un rol fundamental en la conformación de ámbitos solidarios complementando el rol del Estado municipal, brindando equipamiento deportivo, cultural y social y modelos asociativos que fueron punta de lanza en la construcción de la ciudad.
La Societá Femmenile Italiana de Beneficenza creada en 1920 a iniciativa de quien fuera su incansable motor: María Luisa Servente de Servente se convirtió en uno de los hitos que evidenció la importante presencia de la comunidad italiana de principios de siglo XX en La Plata. El trabajo desarrollado durante los 14 años siguientes a su fundación se cristalizó con la puesta en funcionamiento en 1934 de este inmueble ubicado en medio de un importante parque en el ingreso al casco urbano.
María Luisa Servente nació en la Argentina en 1878. Casada con Carlos Servente, fue un notable miembro de la comunidad italiana, participó de la Sociedad Unione e Fratellanza, de la Escuela Italiana y del Hospital Italiano. Durante la Primera Guerra Mundial, fundó y presidió el comité de guerra femenino italiano, que enviaba víveres a los soldados italianos. Este comité sirvió de base para la conformación de la Societá Femmenile. María Luisa falleció el 17 de junio de 1964 a los 86 años. Carlos Servente, originario de Génova, Italia, fue uno de los comerciantes más prósperos de nuestra ciudad. Estrechamente vinculado con sectores empresariales y sociales de origen italiano, en 1940, donó a la Municipalidad de La Plata un obrador de madera que encontró cerca de la Basílica San Ponciano; rebautizado como Casilla Benoit se encuentra actualmente en Parque Saavedra. Estas estructuras fueron importadas de Estados Unidos en los primeros años de la ciudad para ser usadas como viviendas por los trabajadores de la construcción. Pero esta es otra historia.
Foto / Favio Scopel @caminandolaplata
Carlos falleció en La Plata el 5 de febrero de 1954, también a los 86 años.
Según la documentación que consta en la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires, el proyecto del inmueble destinado a Escuela Hogar se realizó por encargo directo de la Societá Femminile a partir de la compra de dos terrenos a la Sociedad Albina y Sevigne ubicados en el barrio de Tolosa. Estos predios que sumaban un total de 60.000 m2 estaban situados en los límites de las calles 11, 13, hoy camino General Belgrano y Camino Centenario y las calles 24 y 26.
En 1924 se inició la construcción a partir de un diseño de Reinaldo Olivieri, la empresa constructora fue la reconocida firma León Valli y fue inaugurada parcialmente en 1934. El proyecto original contemplaba la construcción de otros edificios en el predio, tales como una escuela técnica de oficios y una capilla de amplias dimensiones. Obras que no se iniciaron, sólo quedaron documentadas en los planos de proyecto. En 1938 se proyectó la ampliación que conformó el edificio actual.
Olivieri, a cargo de la obra y de la dirección ejecutiva, nació en Italia en 1883 y a muy temprana edad se radicó en La Plata, donde cursó la tecnicatura en dibujo en la Escuela de Artes y Oficios que se dictaba en el Museo de La Plata. Con el título de profesor de dibujo comenzó a proyectar viviendas. Hizo en total unas 200 obras. Para la familia Servente proyectó también la casa principal de un establecimiento frutícola ubicado en Vila Elisa, de 168 hectáreas, denominado La María Luisa. El establecimiento tenía animales de granja, cerdos, conejos, gallinas y contaba con aproximadamente 58 mil árboles frutales de duraznos, peras, cerezas, manzanas, mandarinas, naranjas, limones, ciruelas, damascos, higos, olivos, castañas, nueces, etc.
Entre 1934 y 1977, bajo el amparo de la Societá y con el apoyo indeclinable de la Orden de las Hermanas del Divino Rostro de Santa Catalina de Siena y después, por las Hermanas de Santa Dorotea, la Escuela Hogar desarrolló su encomiable tarea social, brindando educación y protección a la enorme cantidad de niñas que allí se alojaron.
La crisis de esta institución quedó de manifiesto en 1977 cuando se decidió la disolución de la Sociedad y la donación de sus bienes al Estado provincial. El entonces Ministerio de Bienestar Social prolongó la actividad de protección y educación de menores hasta diciembre de 1999 cuando se determinó que el histórico edificio no reunía las condiciones requeridas por la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y se cerró. Dos años después se inició el proceso para alojar en el edificio al Conservatorio Provincial de Música Gilardo Gilardi. En este proceso, a partir de una intervención integral del edificio y su parque, se adecuaron espacios a los nuevos usos y se recuperó el espíritu y la lozanía que supo tener.
Foto / Favio Scopel @caminandolaplata
La historia de este edificio es la historia de la colectividad italiana en La Plata, la de María Luisa Servente de Servente y las mujeres integrantes de la Societá, la de Reinaldo Olivieri, la de incontables religiosas que brindaron su trabajo y dedicación, la de las niñas y niños que pasaron por el edificio. Es la historia de un sueño y de una convicción: la protección de la infancia. Es también la historia de mi familia materna: la familia Servente.
Hoy, como conservatorio provincial de música y como escuela pública, artística y de calidad, conserva el espíritu de inclusión social, es abierto a la comunidad, integra, no expulsa. También soportó estoicamente los daños materiales ocasionados en la trágica noche del 2 de abril de 2013. Podríamos hablar de patrimonio resiliente y este edificio y esta comunidad son un ejemplo de esto. Teniendo en cuenta su historia, su vinculación con la comunidad y todos aquellos sueños individuales y colectivos, en agosto de 2012 la Legislatura bonaerense declaró al Edificio Servente como Bien Histórico Arquitectónico incorporándolo definitivamente al patrimonio cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Por último, una observación: al edificio se lo rebautiza como Palacio Servente. Este nombre suena suntuoso e injusto con su misión social y educativa. No es este un tema menor, es necesario reflexionar sobre el lugar en que ponemos a nuestra historia, como dejamos en el olvido el esfuerzo y la solidaridad de una comunidad de mujeres italianas o descendientes de italianos/as que trabajaron para la construcción de la Escuela Hogar.
Bibliografía
Morosi, J. A. (1999). Ciudad de La Plata, Tres décadas de reflexiones acerca de un singular espacio. La Plata, Laboratorio de Investigaciones del territorio y el ambiente.
Capano, M. (2016) Los nuevos abordajes de la cuestión patrimonial y su incidencia en la Ciudad de Buenos Aires. Revista Institucional de la Defensa Pública de Buenos Aires. Nº 9. Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. https://revistampd.mpdefensa.gob.ar/sites/default/files/Los%20nuevos%20abordajes%20de%20la%20cuestion%20patrimonial%20y%20su%20incidencia%20en%20CABA%20-%20M%C3%B3nica%20S.%20Capano%20.pdf
Delheye, P. (2016) Patrimonio cultural, gobiernos locales y sociedad civil. Revista Institucional de la Defensa Pública de Buenos Aires. Nº 9. Patrimonio Cultural en la Ciudad de Buenos Aires. Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. https://revistampd.mpdefensa.gob.ar/sites/default/files/Patrimonio%20cultural%20gobiernos%20locales%20y%20sociedad%20civil%20-%20Pedro%20Delheye.pdf
Cócaro, P. A. (2009) El asociacionismo de la emigración italiana desde una perspectiva comparada: París y Buenos Aires, 1871-1914. Temas del patrimonio cultural Nº 25, Buenos Aires Italiana, 1ªed.-Buenos Aires: Comisión para la Preservación del Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 456 p. https://buenosaires.gob.ar/areas/cultura/cpphc/archivos/libros/Temas_25.pdf
Agradecimientos
- Investigación histórica, Ezequiel Aldazábal y Nicolas Colombo
- Corrección: Marcela Díaz.
- Fotos de portada e interior: Favio Scopel @caminandolaplata
Excelente artículo, primo.